¡YO QUIERO SER FAN DE 'LOST'!

¡YO QUIERO SER FAN DE 'LOST'!

Emm dice:
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En la vida no se puede tener todo. Eso queda claro, pero lo que se puede tener, hay que tenerlo porque si no al final no tienes nada. Con esa claridad de pensamiento y discernimiento, descubro que si quiero ser un gamer, también tengo que ser fan de una serie que, aunque lleva cinco temporadas, tiene a ese lado de la humanidad que le gusta el misterio, el acelere, la metafísica sin lógica y cenar frente a su tele —justo como a los gamers— prendidos semana a semana por la suerte de unos naufragos que no se despeinan cuando sufren. La otra mitad sufre por las maldades de Lucero en la telenovela de las 9 de la noche en Canal 2. Pobres.
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Llevo cinco capítulos vistos de la primera temporada y ya no me siento tan aislado, claro que tengo compañeros aquí en el periódico —trabajo en uno, de los pocos que empiezan a no tambalearse gracias a los buenos manejos monetariosde Bush & Co.— que como ya van en la temporada cinco —ahi están pegados a www.justin.tv a las siete de la tarde en punto aunque, ni como su deber dicte, aparezcan cinco cabezas decapitadas cerca de computadora y deban cubrir la nota, ellos prefieren el misterio de la isla y no los levantas ni al baño... casi prefieren usar sonda—; decía, como van en la temporada cinco me empiezan frases como "y fíjate que cuando veas que... no, mejor no te lo echo a perder"; "y mira que el oso polar... no, pérate cuando te enteres que..., bueno, luego hablamos". ¿Luego?, ¿Cuando suceda qué?, me siento cuando a mis seis años me excluían de las pláticas de adultos y que "cuando creciera me explicaban"... Nunca me explicaron, gracias. Así que sigo sin enterarme de ciertas modalidades de sexo. Mmmm.
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Pero como yo soy muy solidario con otros excluídos como yo, les ofrezco un pequeño resumen del inicio de "Lost", temporada uno. Si eres fan, no está de más que en los comentarios de este post agregues algo que se me escape. Ahí les va:
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Un avión se cae en un lugar como parecido a Chamela, pero no, porque en Chamela ya hubieran aparecido, antes que rescatistas, vendedores de collares.
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Sobreviven como más de 40 del avionazo, pero al inicio nos centramos como en 8: los otros 30 y tantos pasarán atrás de los protagonistas, cargando leña, asando bombones, mirando el atardecer, recogiendo maletas, haciendo fogatas; en fin, cobrando como extras y actuando como tal. Pero ellos como de vacaciones, pero en plan mochilero-Sayulita.
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Hay un dinosaurio en la isla o un monstruo como "Cloverfield" —mismo creador J.J. Abrahams— que sólo lo ha visto un tipo paralítico, pelón llamado Lockhe que se dió tal madrazo en la caída del avión que le enderezó las vertebras ¡y ya camina!
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Una morra fugitiva guapetona que le tira durísimo el can a un doctor que de tan noble cae mamón —salva vidas con antibióticos que ni el doctor Simi vendería— y que fue a recoger a su papá a Sydney y se entera que se murió y no lo dejan subir el cadaver al avión —y qué bueno, porque una muerte doble sería ya demasiado para ese doctor tan estricto que era su progenitor— y que es como el líder: ellos son Kate y Jack. Por cierto, estops dos traen en el rostro unas rasguños ¡idénticos!, teoría: o los atacó un gatito montes o ya tuvieron sexo y se rasguñaron nomás por calientes o se las pintaron parar parecer apaches.
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Hay un gordo ñoño que compite por el título de "Jar Jar Binks humano" junto uno que era hobbit y ahora es adicto al pinole —tipo coca no es, porque se ve grisáceo en la bolsita— y se pinta, muy en la onda emo, palabras en los dedos. Por el momento dice "Late". Y cada vez que lo veo quisiera preguntarle por Pippin, el otro hobbit, tan amigo de él. ¿Lo extrañará?
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También hay unos coreanos aislados, como todos los coreanos del planeta están, pero la señora que hasta el capítulo cinco nos enteramos que se llama Sun —seguro ya había dicho su nombre pero como hablan en lengua oriental, hasta que un niño afroamericano lo expresó la audiencia lo supimos—; decía que esa señora seguro le va tirar la onda al papá del chiquillo que ama a un perro por sobre todo y que en plena sequía de agua le guardan ranción al perro, que si fuera yo ya se lo hubiera colgado al dinosaurio para que se lo merendara.
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Aparece un oso polar de la nada y creo que venía en el avión en la cabina de carga para un circo y luego se alocó y los quiso matar.
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Hay una señora negrita qué solo ha tenido "llamado" para actuar un capítulo y sólo se sentó en la arena a ver el mar, que chido y todo, pero ojalá los del sindicato le paguen la mitad porque eso de decir dos líneas y que el doctor se siente a confortarla lo pudo hacer mejor una actriz de Televisa.
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Hay dos hermanos que debieron salir en la nueva versión de "Beverly Hills 90210", y que nomás tiran rostro: guapos, nadie se los quita, pero no se inmutan casi nada. Creo que esperan una oportunidad en The Hills. Ojalá se las den porque nadie los extrañaría.
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Hay un tipo herido que se lo echan porque gritaba mucho, pero con una bala, él acostado, y ¡fallan! porque le atraviesan un pulmón y no el corazón. Hasta que lo asfixian y vienen en la mente de muchos diloemas morales. Esa parte, hueva.
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La joven embarazada que parece que tiene 10 meses y se cae, corre, organiza un funeral, carga maletas —más que muchos de los varones naufragos— y ni se inmuta. Aquí en México hay tantas embarazadas que desde el tercer mes ya quieren incapacidad. Por cierto, se temía que su bebé hubiera sucumbido con el avionazo —natural, si tu avión se parte en el aire y cargas panza abultadisisísima—, pero sólo hasta que el coreano le da como un ostión en mal estado, el bebe se mueve. Yo creo que tuvo su primera diarrea en la placenta.
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Para terminar: ya estás en la playa, un mar azul, una selva enigmática a tus espaldas, pus disfruta y métete a bañar o de perdis quítate los calcetines que aunque son negros —atención a los protagonsitas hombres: NUNCA traen arena. ¿Que los naufragos no deberían andar descalzos?, si vas a la selva, órale!, te pones las botas y ya, pero en la arena. Mmmmm.
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Con todo, yo quiero ser un fan de "Lost" aunque esté más llena de protuberancias y enredos y recriminaciones y flashes al pasado que Marcelo Ebrad, jefe del DF, explicando porqué la capital de este país es como la Isla o el gobernador de Jalisco cuando trata de enmendar porqué regala dinero a Televisa, conciertos o cheques medio pedo. "Me vale madre", dijo. A mí también y seguiré viendo Lost aunque ahorita ya me perdí un pelín. Los dejo con un vdeo que hizo David LaChapelle, tan de moda él ahora en este país...
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