Cuando las estrellas no alcanzan... ¿o el talento?


Apenas escucho el nuevo álbum de U2 y corro —bueno, navego pues!— hasta el sitio de una de mis revistas melómanas afines —total, si unos buscan la revista del corazón, que extraña que los amantes de la música busquemos cómplices?—: Rolling Stone, entro, me detengo a ‘escanerar’ el home page, me entero que el último número trae a Taylor Swift, la nenita folk gringa taaaan demodé —sip, demodé—, busco de inmeadiato en el menú los ‘reviews’ de CDs. Doy clic, listo.

Hago un ‘scroll’ hasta ver U2: No Line in The Horizon. Doy clic, listo.

Entonces comienzo a leer la bacanal de rollo de un tal David Fricke sobre el ‘magnífico’ regreso de U2 a su ‘forma’: ‘El mejor álbum de U2 en casi cinco años y el mejor desde Achtung Baby, en cuanto a exploración de texturas y ganchos melódicos’ —qué? está loco? pienso y sigo leyendo— ‘No Line in The Horizon está más cerca de los riesgos transitorios —como el hechizo irlandés-gótico de 1984, The Unforgettable Fire o el techno rock jet lag de 1993, Zooropa— pero con una persuasión consistente en los ganchos de guitarra, ritmos y líneas vocales’.

Lo peor: Rolling Stone le da cinco estrellas y lo sube al altarcito del santo de su preferencia.

¿Desde cuando Rolling Stone se volvió tan simplista?

A discos que se han vuelto ‘infaltables modernos’ como el OK Computer de Radiohead no le alcanzó para tanta estrella. Ni siquiera el Nevermind de Nirvana, que fue algo así como ‘el parteaguas’ de los 90, pudo rasguñar las 4.

Y ahora, con toda la soltura del planeta, a una banda que está en terreno ‘safe’ —porque lo está, la experimentación la dejó atrás hace unos cuantos discos— le suelta 5 nomás porque ‘son U2’, casi casi en el tenor que hizo la Procuradora de Puebla rescatando a un pobre narco de las manos de la AFI.

¡Pero bueno! a Bruce Springsteen no lo bajan de 4 estrellas desde que sacó el disco de ‘The Rising’, aquél super gringo post 9/11. Los últimos dos de ‘El Jefe’: Magic y Working On A Dream son ‘piezas de culto’ para Fricke y compañía.

Me quedo mejor con las críticas de NME y Spin, más aterrizadas.
Además concuerdo conque ‘I’ll Go Crazy if i don’t go crazy tonight’ es uno de los peores títulos.

Y que conste que U2 me encanta, The Edge, Clayton y Co. son unos masters!
Pero creo que les haría mejor si Bono dejara de pensar que la banda ya le queda chiquita.

¡Ni modo Rolling Stone!

1 comments:

emmanuel medina guerra | 3 de marzo de 2009, 8:23

Lo dicho, mi buen Blmn, U2 ahora son como Maná... el horror, horror!